Por: Luis Alberto Rivas
Al escuchar “Damas Chinas”, a la mente llega la imagen de algún sabio o emperador de ojos rasgados, sentado entre dos cerezos, con la mano en la barbilla y los ojos fijos en un tablero con forma de estrella; pero su nombre no tiene origen ni relación alguna con el país asiático, no hay detrás de él una historia de guerra o leyendas de conquista, solo es resultado de la estrategia de un fabricante de juegos que decidió volver más atractiva la versión modificada de ‘Halma’.
El ‘Halma’, cuya creación se le atribuye al egresado de la Escuela Medica de Harvard, George Howard Monks, se popularizó entre los años de 1883 y 1884. Se jugaba en un tablero dividido en forma y color similares al ajedrez, con una cuadricula a blanco y negro, con la diferencia de contar con 16×16 casillas y no 8×8.
El objetivo es realizar una pequeña invasión a la fracción del tablero del contrincante, haciendo avanzar una a una las piezas, saltando las del oponente sin “comer” o eliminar nunca alguna de ellas. Pensado para entre dos y cuatro participantes, las reglas y dinámicas del ‘Halma’ ponen a prueba la paciencia y la capacidad de aprovechar oportunidades.
Alemania fue el primer país en el que se conocieron las Damas Chinas, su primer nombre fue Stern-Halma, combinación de la palabra estrella y ‘Halma‘ cuyo origen griego ἅλμα, significa “salto”; sus principios y reglas eran los mismos que las de su predecesor, con la diferencia de que en el tablero podían enfrentarse hasta seis contrincantes gracias a su forma hexagonal con seis picos.
Chinese Checkers fue el nombre con el que llego a las jugueterías de Estados Unidos, lugar que las popularizó en naciones de todo el mundo, haciendo que su origen quedara olvidado, que se desconociera el nombre de sus creadores, sumado a la falsa idea de que su invención tuvo lugar en alguna región de China.
Existen diferentes variaciones de como jugar, dependiendo del número de participantes, en México es popular el “No te enojes”, donde ademas de avanzar poco a poco a terreno enemigo, las fichas del contrario pueden irse sacando una a una del tablero.
En sus 121 casillas, quien se enfrenta debe anticipar los movimientos del rival, cuidando que su afán de avanzar y sacar ventaja, no le abra las puertas al enemigo. Pese a su dinámica sencilla, es un gran reto de agilidad mental combinada con estrategias de defensa y ataque.
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