Por: César Dorado/
Cuatro murales del pintor mexicano Diego Rivera que adornan y dan vida a los corredores de la Secretaria de Educación Pública (SEP) fueron estropeados por manchas de pintura que cayeron durante las obras de mantenimiento que se realizan en el inmueble.
Las obras declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) representan parte de los bailes típicos de la cultura mexicana, así como parte de sus inicios en el proceso de industrialización.
El mural más dañado es “La danza de los listones” (1923), en la escena se fusionan elementos de dos danzas: de los listones y los arcos, con los que el hombre recrea efectos de la naturaleza en su anhelo de integración y reconocimiento como ser vivo y en el se puede ver el rastro de 30 centímetros que dejó una gota de pintura.
En “La Fundición” (1923) quedaron impregnadas salpicaduras de pintura en la zona del del contenedor donde dos obreros se disponen a trabajar con hierro. Lo impactante de ello es que más abajo del mural se puede ver cómo los trabajadores intentaron quitar la pintura del mismo y no lograron tener resultados favorables.
“Los tejedores” (1923)- fresco que muestra el telar de pedal, estructura de madera, donde tres hombres con el torso desnudo tejen con destreza fibras o lanas multicolores para crear lienzo- no resultó tan afectado por las obras, sin embargo, cuenta con algunas manchas perceptibles a la vista. Igualmente, “La Zandunga” (1924) (que simboliza la comunión entre los hombres) cuenta con manchas de pintura sobre dos mujeres que observan observando el bailable.
Pese a que personal de limpieza y de seguridad del inmueble no revelaron a periódico Milenio la fecha de la restauración del techo de los corredores de la sede central de la SEP, se presume que se realizaron hace ocho meses, en noviembre del año pasado, cuando se celebraron los 90 años de la conclusión de estos murales.
Diego Rivera comenzó a realizar las pinturas en el edificio del siglo XV por una invitación de José Vasconcelos, entonces Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, en 1923 y en los murales Rivera reflejó las ideas de una época, de la vida y las costumbres del pueblo mexicano; su historia representada en las figuras de hombres y mujeres ilustres, pero, al mismo tiempo, en las de la gente común del México post revolucionario.
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