La relación existente entre las técnicas artesanales mexicanas y el discurso filosófico del arte contemporáneo, es abordada en el proyecto Creatio ex materia que, con apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), realiza Gabriel Rico Jiménez.
Arquitecto de formación, en esta propuesta el becario jalisciense trabaja en la creación de cuatro esculturas de mediano formato explorando las técnicas artesanales de alfarería como el barro canelo, la cerámica y el barro negro “para generar piezas de arte contemporáneo que presento en museos, bienales y galerías, porque pareciera que lo que define a una pieza es la situación o el contexto en el que se presenta”.
En entrevista con el Conaculta, Rico Jiménez indicó que el fin último de este proyecto, es cuestionar la línea que divide a las artes finas y a la artesanía porque “básicamente en el arte contemporáneo pareciera que esta línea se diluye, creo que estamos llegando a un momento en el que el arte, tanto la artesanía como algunas nuevas interpretaciones de arte, podrían llegar a ser lo mismo, si no lo mismo, parte de lo mismo”.
Para ello, el artista jalisciense trabaja con artesanos de Tlaquepaque y Tonalá, ya que son representativos de la alfarería de su estado natal y de todo México, quienes serán los encargados de decorar tres de las cuatro piezas que realiza en cerámica de alta temperatura, que se somete a alrededor de mil 400 grados centígrados.
“Se trata de hacer una simbiosis entre la idea y el artesano –describió– aunque yo pudiera trabajar en un taller y hacer una figura, tengo muchísimo respeto por la maestría de estas personas, en donde por más que yo quiera lograr un terminado específico en una escultura, ellos tienen años dedicándose a esto y lo logran mucho más fácil y es más cercano a la idea que yo tenía en un principio. Me interesa además generar trabajo y no quedarme con todo el crédito, yo soy artista y soy el artesano, si puedo trabajar con más personas y generar trabajo para más talleres”.
Adicionalmente, dijo, una de las esculturas la realizará durante una residencia en el Gyeonggi Creation Center en Corea del Sur, en la cual trabajará entre diciembre de 2015 y febrero del próximo año, para estudiar la cerámica que se hace en aquella parte del mundo.
A la fecha, Gabriel Rico Jiménez ya cuenta con dos de las cuatro esculturas. La primera, tituladaLittle boy, es un misil, una interpretación de la bomba atómica, sobre la cual se dibuja el mapa de Hiroshima, la ciudad donde fue detonada. Lo interesante, precisó, es que ese mapa fue hecho durante un sobrevuelo por la ciudad para buscar el lugar específico donde causara más daño, por lo que muestra “la geografía antes de ser afectada por la explosión”.
La segunda pieza es Diógenes: un huacal de madera hecho en cerámica, lleno de diamantes. “Lo que intenta es hacer una crítica del valor que tienen ciertas piezas en el arte contemporáneo actual, en donde pareciera ser que ya no importa tanto la técnica sino el contenido o la rareza de la situación de la que deviene la pieza, es una crítica al mercado del arte contemporáneo actual”.
El artista señaló que la tercera escultura será un jarrón que trabajará con un artesano en el mes de noviembre, para lograr una decoración que transgreda las técnicas artesanales con un diseño contemporáneo.
Finalmente, la pieza que realizará en Seúl también será un jarrón pero en técnica de cerámica coreana, “al cual intervengo por medio de una rama y una televisión de plasma estrellada. En Corea se genera una de las técnicas de cerámica más antiguas y también está la marca Samsung, me interesaba muchísimo investigar esta cercanía que tiene la tecnología con la tradición folclórica de este pueblo”.
Gabriel Rico, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, destacó que la beca del PECDA para realizar este proyecto le ha sido de gran ayuda, porque la creación de estas cuatro esculturas que conforman Creatio Ex Materia, es en realidad una investigación en la que ha trabajado durante los últimos dos años.
“Es bien difícil lograr los fondos necesarios para investigar, por ello, es muy importante esta beca del PECDA, me ha ayudado muchísimo a poder sobrellevar la investigación y cubrir los gastos necesarios para la producción de las piezas, que si no resultan bien cocidas se pueden romper”.
Además, dijo, gracias al apoyo económico del PECDA podrá cambiar de residencia y continuar el proyecto en otro país. “Si no tuviera la beca no lo podría lograr” ya que necesitaba fondos para solventar los gatos y hacer la residencia en el Gyeonggi Creation Center. “El PECDA me cayó de perlas para poder ir”, finalizó.
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