Por: Redacción/
La diputada Ruth Noemí Tiscareño Agoitia (PRI) planteó reformas a las leyes General de Cultura y Derechos Culturales y Orgánica de la Administración Pública Federal, para conservar y promover los juegos tradicionales, ya que en las últimas décadas se encuentran en decadencia por el desarrollo de las tecnologías.
Indicó que el acceso a Internet, computadoras portátiles, aparatos de entretenimiento como consolas de videojuegos, iPods, smartphones, redes sociales y juegos en línea, como nuevas formas de recreación y diversión, “hoy por hoy generan que la niñez y juventud tengan menos tiempo para practicar ejercicio, convivir con amigos y familia, y usar los juegos tradicionales”.
México, agregó, es uno de los países con mayor riqueza cultural del planeta. Además, es una de las ocho naciones que concentran la mitad de las lenguas del mundo; el total de ellas se estima en alrededor de siete mil. Por ello, sugirió continuar políticas públicas para generar conciencia y promover, desde los diferentes espacios institucionales, las acciones que garanticen la investigación, conservación, protección y promoción integral del legado cultural que posee el país.
Tiscareño Agoitia mencionó que “hoy una de las manifestaciones culturales que demanda urgente atención es la que involucra a la infancia y responde a la necesidad de los niños y niñas de mirar, tocar, curiosear, experimentar, comunicar y soñar, así como actuar libremente a través de actividades lúdicas”.
Detalló que algunos de estos juegos tradicionales consisten “en jugar canicas, trompo, balero, burro castigado, escondidillas, yoyo, saltar la cuerda, avión, matatena, gallina ciega, rueda de San Miguel y, en las temporadas de viento, los papalotes”.
Sin embargo, expuso, en las últimas décadas los juegos tradicionales, como fuente impulsora del desarrollo de la personalidad de la niñez e identidad cultural, se encuentran en decadencia debido a la vida moderna actual, cada vez más influenciada por el creciente desarrollo de las tecnologías.
“Los juegos tradicionales desempeñaban un papel fundamental en la formación y aprendizaje de la niñez, principalmente por los beneficios que brindaban en aspectos como actividad física, socialización, creatividad, imaginación, compromiso, agilidad mental, empatía, trabajo en equipo, experimentación y solución de problemas”, aseguró.
La diputada del PRI resaltó que el especialista en lenguas extranjeras, Eduardo Crespo Álvarez, en su estudio “El juego como actividad de enseñanza-aprendizaje”, afirma que esta actividad lúdica favorece el desarrollo intelectual y sostiene que “el niño aprende a prestar atención en lo que está haciendo, a memorizar, a razonar. A través del juego, su pensamiento se desarrolla hasta lograr ser conceptual, lógico y abstracto”.
Según un estudio de la Universidad de Oxford, las personas sociables poseen alguna región del cerebro más grande que aquella que no lo es. Los impulsos cerebrales aumentan y las conexiones mejorarán mientras más amigos se tengan.
Ante ello, subrayó, es fundamental la intervención del Legislativo para impulsar acciones que promuevan el rescate de los juegos tradicionales como parte del entramado cultural del país. Además, detonan en su preservación y promoción, y coadyuvan a continuar trasmitiendo a las nuevas generaciones las características, valores, costumbres, formas de vida, tradiciones y, sobre todo, la riqueza cultural que da identidad a los mexicanos.
Planteó que la Federación, las entidades federativas, los municipios y las alcaldías de la Ciudad de México, en el ámbito de su competencia, establezcan acciones que fomenten y promuevan la preservación, fomento y promoción de los juegos tradicionales. El documento es analizado por las comisiones unidas de Gobernación y de Cultura y Cinematografía.
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