Por: Gabriela Espinoza
En las mariposas amarillas y los sueños de Melquiades, surgidos del realismo mágico de Gabriel Garcia Marqués, Elmer Mendoza encontró una herramienta fundamental para generar nuevos lectores, principalmente entre aquellos sectores de la población cuyo acceso a los libros o contacto con la lectura ha sido escaso o no ha ocurrido nunca.
Al inaugurar el 4º Encuentro Estatal de Mediadores de Lectura celebrado en el marco de la Feria Universitaria del Libro que organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, (UAEH), el prolífico escritor de novela negra recordó que la magia de los libros radica en su capacidad para encontrarnos a nosotros mismos a través de sus páginas y hacer brotar nuestros recuerdos.
Con el reto de incorporar y formar nuevos lectores, capaces de contagiar esta fascinación por los libros, Elmer Mendoza explica que las salas de lectura han tenido mucho éxito incorporando en sus programas las obras de Gabriel García Márquez, pues su mágica obra “Cien años de soledad” tiene la capacidad de despertar esos recuerdos, seducir y conectar con lo más íntimo del lector.
Son más de 100 mil mediadores de lectura en todo el país que se han comprometido con la labor de generar nuevos lectores y llegar a grupos no tradicionales, como personas mayores de 50 años, que no han tenido contacto alguno con los libros o se encuentran en situación desventajosa, como en prisión o en zonas de alta marginalidad.
“El reto es que debemos seguir involucrando personas, formando lectores, la mayoría de la gente que trabaja con nosotros tiene su primer contacto con los libros, su primer experiencia lectora y si con ella logramos que aprendan a amar la lectura y conseguimos fascinarlos, lograremos que adquieran un compromiso permanente”, explicó el novelista sinaloense, luego de dictar la ponencia “El Indiscreto Encanto del Lector de Gabriel García Márquez”.
Ante el público de la FUL, Elmer compartió anécdotas personales sobre la forma en que la obra del escritor colombiano conectó con sus propios recuerdos y ha favorecido la incorporación de nuevos lectores, aunque señala que también la música y la literatura romántica han servido de estrategia para incorporar lectores.
“La literatura amorosa es lo que más les gusta, así sean cuentos, poesía o novelas, en las salas no nos gusta meter libros muy gruesos, pero últimamente se están interesando por la música, por el cine y estamos empezando a crear comunidad”, explica el afamado escritor, quien celebra el crecimiento que ha tenido este programa integrando a miles de mexicanos que están interesados en pasarla muy bien y divertirse.
“Somos muchísimos y está creciendo el programa, tenemos que andar por arriba de los 100 mil en todo el país; te habló de gente comprometida con el programa de salas de lectura”, dice y precisa que a pesar de las diferentes estrategias que las instituciones emplean para promover la lectura, es gratificante para este programa lograr inculcar este hábito en personas que nunca habían tenido un libro, explicándoles “porque nos gusta leer, los invitamos a practicarlo y experimentarlo, y al final esta misma persona quede convencida de seguir leyendo.
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