Por: Redacción
Sólo cuatro mexicanos –tres mujeres y un hombre– están certificados como bailarines de danza clásica de la India, y dos de ellos son universitarios: Donají Portillo Salgado, trabajadora del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), y Ernesto de la Teja González, egresado de la maestría en Estudios Mesoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).
A ambos la pasión por la danza del lejano país del sur asiático les llegó al observar aquel arte. A Donají al presenciar una función en vivo y a Ernesto al ver un documental en televisión.
“Yo quiero hacer eso”, se dijeron a sí mismos antes de hacer realidad un viaje que significó competir por una beca, cruzar al otro lado del mundo y estudiar en la India cuatro años de danza, pero también de música, canto, percusiones, inglés, hindi e historia de esa nación para volver a México con un diploma que hace de ellos bailarines profesionales y emisarios de una cultura vasta y fascinante que comparten con conocimiento, sensibilidad y entusiasmo.
Kathak y el zapateado mexicano
Donají Portillo estudió la licenciatura en Ciencias Humanas en la Universidad del Claustro de Sor Juana y desde hace 22 años trabaja en el CUEC en el área de producción fílmica.
Obtuvo el Honours Diploma en Kathak, otorgado por Kathak Kendra, National Institute in Kathak Dance tras cuatro años de estudio. Ella eligió instruirse en una de las expresiones dancísticas más antiguas de la India, proveniente del norte de ese territorio y cuyo nombre se refiere “al que cuenta una historia”.
Además de bailar, le interesa el simbolismo y la profundización teórica e historiográfica de la danza india. Aunque esa expresión artística está muy distante de México, Donají encontró en el flamenco europeo un vínculo entre aquella y algunos bailes nacionales como el son jarocho de Veracruz.
“Empecé a buscar la relación entre el kathak y el zapateado mexicano, el movimiento de las manos y el floreo”, recordó sobre el original abordaje que estudia junto con Wendy Phillips Rodríguez, experta en sánscrito y académica del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL).
Casa de la Cultura de la India en México
Ernesto de la Teja cursó la licenciatura en Administración en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) y la maestría en Estudios Mesoamericanos en la FFyL.
Al conocer la danza Bharatanatyam, proveniente del sur de la India, dejó de lado otros intereses. “Fue amor a primera vista”, dijo convencido sobre un arte en el que en aulas y escenarios predominan las mujeres y en donde los hombres también maquillan sus ojos y usan collares, pulseras y cascabeles que marcan el ritmo.
Estudió en el colegio Kalakshetra Foundation, en Chennai, mediante una beca otorgada por el gobierno indio.
Desde enero de este año es director de la Casa de la Cultura de la India en México, nacida en 1993 por iniciativa de un entusiasta grupo de intelectuales al que perteneció el jurista y exrector Jorge Carpizo, la embajadora Graciela de la Lama, el investigador Benjamín Preciado y la actriz Angélica Aragón, entre otros.
“Actualmente buscamos una sede para difundir la cultura india. La idea es dar clases de idiomas como sánscrito e hindi, talleres de danzas y ciclos de cine, entre otras”, comentó.
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