Por: Redacción/
Por una su destacada trayectoria cinematográfica con más de 40 películas en cinco décadas de trabajo, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Cineteca Nacional, hizo un reconocimiento especial al primer actor Héctor Bonilla, con la proyección de la película María de mi corazón (1979).
Visiblemente emocionado por este reconocimiento, al que calificó de una espontánea muestra de cariño que le llena el corazón de agradecimiento, Héctor Bonilla apuntó que en cine siempre ha tirado a la izquierda, pues “lo que pretendía hacer dentro del cine es esta carrera de cine marginal”.
Con cintas como El grito y Meridiano 100, “esta forma marginal de hacer cine culminó con Rojo amanecer. La hicimos filmando clandestinamente hasta que no me alcanzó en dinero para pagar la última semana, entonces nos echó una mano Valentín Trujillo y pudimos terminar de filmar”.
Durante el evento, en el que estuvo acompañado por la actriz María Rojo y Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, el primer actor consideró que María de mi corazón, con guion de Gabriel García Márquez, es el mejor filme de Jaime Humberto Hermosillo, ya que gracias a su decisiva intervención y gran minuciosidad hizo que las cosas encajaran a la perfección y logró una película muy afortunada, dijo.
En cambio, “mi carrera en el cine no ha sido muy afortunada. Esta película exitosísima que catapultó a Gael (García) y a Diego (Luna) a la internacionalización (Y tu mamá también), está basada en un libro de donde se sacó una siniestra película que hice yo, Narda o El Verano, de Juan Guerrero, su ópera prima, es horripilante y la otra es una espléndida película”.
El actor advirtió que “me pagan por jugar y voy diciendo yo no soy mi futuro, yo no soy mi pasado, yo estoy siendo” y aclaró que su falta de cabello no es por el cáncer, porque “no hay quimioterapia para el riñón, estoy pelón por una película de Gerardo Gatica que se llama Más que mil palabras”.
Con una mujer con la que lleva 38 años de convivencia, tres hijos y siete nietos, Héctor Bonilla aseguró que “estaré dando la batalla a ver hasta donde logro salir. Cumplí 80 años el 14 de marzo, ya viví horas extras y las viví muy contento y si puedo vivir 10 años más qué propinota”. Por ello, indicó que seguirá trabajando en lo que ama: escribir, dirigir y actuar.
Por su parte, Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, precisó que desde la década de los 60, Héctor Bonilla ha estado presente en películas muy significativas como Meridiano 100, cuya interpretación de un líder guerrillero le valió el premio Ariel al Mejor Actor.
En 1979, dijo, nos dejó una portentosa actuación en María de mi corazón, inquietante relato de García Márquez, donde Héctor Bonilla es un ladrón de casas vuelto mago, en una pareja marcada por lo insólito, la cual fue restaurada y proyectada como parte de esta celebración.
A finales de la década de los 80, agregó Pelayo, este actor consagrado de México se arriesga con un proyecto de temática tabú, los sucesos del 2 de octubre en Rojo amanecer, de Jorge Fons, papel que también le valió un Ariel como Mejor Actor.
Alejandro Pelayo destacó que Héctor Bonilla ha sido un luchador de causas nobles, sobre todo en el arte del que están hechos los sueños: el cine, el teatro, la televisión y un luchador en la vida real, que no ha sido tan distinta de la ficción. “Gracias Héctor por todo lo que has significado para el arte cinematográfico a través de tus más de 40 películas en cinco décadas”.
Finalmente, el subsecretario de Desarrollo Cultural, Edgar San Juan, en representación de Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, celebró este reconocimiento a un actor, a una figura como Héctor Bonilla que lo inspiró a él y a muchos jóvenes creadores en cine, teatro, televisión y hasta radio novela.
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