Por: César Hernández/
Originaria de la ciudad suiza de Neuchâtel y residente de París, Montreux (Suiza), Oslo (Noruega) y México, Carolina Katún es una cantante quien con su trabajo se ha ubicado entre los caminos del jazz, el barroco, el folk y el pop. Como artista es imposible etiquetarla en una sola categoría, ya que su voz-ornamentada con altibajos melancólicos- nos recuerda a las cantantes Lhasa y Lila Downs.
El día de ayer, con más de 6 mil asistentes ubicados en las áreas verdes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), la cantante, acompañada de Pierre Perchaud (guitarra), Nicolas Moreaux (contrabajo) y Arthur Alard (batería), quienes conforman el grupo TEOL (espíritu del árbol), ofrecieron un concierto impregnado de armonías relajantes y agridulces.
Para la primera parte del concierto, acurrucados bajo ritmos folclóricos, el grupo interpretó temas clásicos de la cultura mexicana como “Paloma Negra” de Tomás Méndez y “La Llorona”, dándoles un tinte triste que relajó al público y lo coloco bajo una espesa neblina de sentimental acompañada de pequeños susurros que se guiaban por la voz de Katún.
Poco a poco, la temática del concierto iría cambiando, pues Pierre Perchaud-ganador del premio francés Jazz Victories- comenzó a crear sonidos ambientales con la guitarra que, progresivamente, fueron llevando la armonía a un estado más puro de jazz experimental. Sin embargo, esto duraría poco, pues con algunos solos de blues, el grupo recaería nuevamente en un folclor protagonizado por la vocalista.
Más tarde, con la presencia más notoria de Moreaux y Alard, el ambiente se fue recubriendo de un jazz afrancesado clásico y dulce; con contrabajos y baterías al compás de un swing lento, la tarde se iba difuminando a través de un sol rojizo y pesado, de esta manera, TEOL terminaba su presentación.
Sin embargo, con un público nostálgico, la banda accedió a tocar dos temas más, caracterizados por contar con sonidos ambientales experimentales sin desprenderse de la melancólica voz de Carolina, quien, en su apasionado papel, corrió a los camerinos por su libreta en donde tenía la letra de una canción escrita en español.
Es así como la banda se despide por segunda ocasión del escenario y el público mexicano. Carolina Katún y TEOL demostraron que, sin importar la lejanía de las naciones, éstas se unen a través de su música bajo la dirección del jazz.
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