Por: Redacción
La vida en los pliegues del artista Carlos Amorales representará a México en la 57ª Muestra Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, con la curaduría de Pablo León de la Barra. La exhibición se presentará en la sede del Pabellón de México: la Sala de Armas de El Arsenal, del 13 de mayo al 22 de noviembre de 2017.
El proyecto fue seleccionado por un jurado en el que participaron Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Aimée Labarrere, presidente del Patronato de Arte Contemporáneo, AC; Néstor García Canclini, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Melanie Smith, artista visual; Itala Schmelz, curadora; Benjamín Mayer, director de 17, Instituto de Estudios Críticos, y María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La Bienal de Venecia es referente de la producción artística de nuestro tiempo a nivel mundial, un espacio que impulsa el desarrollo y la difusión de las diversas expresiones del arte contemporáneo, en un contexto global que propicia el diálogo entre creadores de diferentes regiones del planeta.
Para la Secretaría de Cultura es parte fundamental de su política cultural mostrar y promover lo más destacado del arte contemporáneo de nuestro país en uno de los espacios de exhibición y diálogo más dinámicos del mundo, la prestigiada plataforma de la Bienal de Venecia y sus pabellones nacionales.
El jurado analizó las propuestas presentadas por creadores visuales de amplia trayectoria, seleccionados por un Consejo Asesor, integrado por los directores de: Museo de Arte Moderno, Museo de Arte Carrillo Gil, Laboratorio Arte Alameda, ExTeresa Arte Actual, Museo Rufino Tamayo, además del Subdirector General de Patrimonio Artístico Inmueble y la Coordinadora Nacional de Artes Visuales del INBA.
El jurado eligió La vida en los pliegues por la articulación al concepto curatorial de la 57ª Bienal, la contundencia teórica y estética de la obra y por la trayectoria del artista.
Amorales propone un proceso que implica un paso de lo textual a lo fonético. Con algunos gestos, plantea un nuevo universo en un ejercicio de reconfiguración del lenguaje textual, musical y visual, al llevarlo al extremo en su desarrollo formal y conceptual.
Con base en la propuesta curatorial (Viva arte viva) de Christine Macel, directora artística de la Bienal, la invitación se dirigió directamente a los creadores visuales de amplia trayectoria, seleccionados por el Comité Asesor, integrado por especialistas en arte contemporáneo del INBA.
Carlos Amorales (1970, Ciudad de México) vive y trabaja en la Ciudad de México. Estudió en la Gerrit Rietveld Academie después de asistir a la Rijksakademie van Beeldende Kunsten en Ámsterdam, Países Bajos. Ha hecho residencias artísticas en Atelier Calder y Mac/Val, en Francia, y en la Smithsonian Artists Research Fellowship, en Estados Unidos.
Su obra, que incluye animación, video, cine, dibujo, instalación, performance y sonido, se ha presentado en destacados foros nacionales e internacionales como el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, Cornerhouse, el Museo Amparo, la Kunsthalle Fridericianum, el Irish Museum of Modern Art, el Cincinnati Art Center, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, la Casa de América, el Contemporary Art Museum USF, la 12ª Bienal de La Habana.
Asimismo, en el Museo Guggenheim, la 10ª Bienal de Shanghái, la 8ª Bienal de Arte Contemporáneo de Berlín, el Phoenix Art Museum, el Centre Georges Pompidou, el Museum of Contemporary Art San Diego, la Bienal de Moscú, la Tate Liverpool, la Barbican, el Mori Art Museum, el Museum of Modern Art de Nueva York, la Neue Nationalgalerie y el Pabellón de los Países Bajos en la 50ª Muestra Internacional de Arte de la Bienal de Venecia 2003.
Amorales se interesa, principalmente, por el lenguaje y la imposibilidad o posibilidad de la comunicación a través de formas irreconocibles que no se pueden codificar: sonidos, gestos y símbolos. Experimenta con varias formas de interpretación: instrumentos que se transforman en los personajes de sus filmes, letras que se convierten en formas y narrativas que se vuelven acciones que no se pueden verbalizar.
La obra de Amorales se caracteriza por generar sus propias reglas al modificar constantemente su forma y su contenido, así como el proceso de su producción. Constantemente juega a entrar y salir de los territorios y circuitos del arte como una estrategia en la que crea nuevos diálogos y formas de interpretación.
Algunas de las instituciones públicas que albergan su obra como parte de su colección son el Museum of Modern Art de Nueva York, la Colección Jumex, la Colección Fundación Cisneros, la Margulies Collection, el Irish Museum of Modern Art, el Philadelphia Museum of Art, Daros Latinamerica AG, el Museum Boijmans van Beuningen, la Colección Coppel, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, el Museo de Arte Carrillo Gil y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
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