Por: Redacción
El próximo miércoles 25 de enero en el Museo de la Ciudad de México se realizará el concierto-conferencia “Un instrumento olvidado: la guitarra séptima mexicana”, un esfuerzo para rescatar del desuso a la guitarra de siete cuerdas que durante 200 años formó parte importante de la vida cultural y la identidad musical del país.
En el recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, a partir de las 20:00 horas se presentarán el historiador Edgar Rueda y el guitarrista Martín Valencia, quienes platicarán la historia del instrumento y la importancia de regresar a él como testimonio del pasado musical de los mexicanos. Además de ofrecer un recital para que el público pueda conocer a la guitarra mexicana.
“La guitarra séptima mexicana es un instrumento musical de siete cuerdas u órdenes, situación que hace que su sonido sea más grave, ampliando su registro 2 tonos y medio. Físicamente, los tamaños de las guitarras séptimas han variado con el tiempo (entre 61 y 65 centímetros), aunque durante el siglo XIX dichos instrumentos fueron de tamaño un poco más reducido que el de las guitarras de seis cuerdas que actualmente conocemos, y con una cintura más pronunciada.
Asimismo, muchas de ellas contaban con un mecanismo en la base de la tapa llamado ‘tiracuerdas’, que servía para estirar aún más la longitud de las cuerdas”, explicó Edgar Rueda en entrevista.
De principios del siglo XIX a inicios del siglo XX, la guitarra séptima mexicana vivió su época de apogeo, “fue un instrumento utilizado tanto por los sectores acomodados de la sociedad como por los grupos populares. En el caso de los primeros, era muy común incluir en la educación de las señoritas de sociedad el aprendizaje de un instrumento musical, siendo los más comunes la guitarra séptima y el piano”, afirmó Edgar Ruedas quien desde 2013 se ha dedicado a investigar la historia de las guitarras en la CDMX.
Ruedas agregó que en el caso de los grupos populares, existen crónicas que refieren cómo la guitarra séptima estaba presente tanto en las campañas militares como en las pulquerías, en los fandangos, en las celebraciones de Día de Muertos que se hacían en los panteones, en las Fiestas Patrias y por supuesto en las serenatas.
Pero la naciente industria de audio y la mayor producción de guitarras sextas fue haciendo que la guitarra séptima mexicana fuera relegada del gusto de la gente. Al respecto, el músico y compositor Martin Valencia, quien ha trabajado en producciones musicales que rescatan la música de la Europa del siglo XIX y melodías de la guitarra séptima mexicana, recordó que “a mediados del siglo XX con el auge de la industrialización, principalmente en Alemania y Estados Unidos, empezó la manufactura de instrumentos que tuvieron un gran auge en las nuevas reformas académicas e institucionales”.
En entrevista, señaló que en ese momento “volvió a las andadas la guitarra de seis cuerdas, no solamente en la producción de instrumentos sino en la producción de la música y de sus representantes. Por eso, los localismos que México dio ya no podían competir contra esta industria y poco a poco se fueron desplazando de la actividad, no solamente académica sino también de la actividad popular”.
En la actualidad existen agrupaciones musicales que mantienen con vida la tradición de tocar con la guitarra séptima mexicana. Un ejemplo de ello es la Orquesta Típica de la CDMX y el Conjunto Típico Revoluciones, del cual es miembro Martín Valencia.
“El Conjunto Típico Revoluciones es un proyecto que busca disfrutar de la música decimonónica en grupo a la usanza de los viejos conjuntos típicos que deambularon en nuestro país, donde la guitarra séptima estaba integrada, junto a los violines, las mandolinas y los bandolones, otro instrumento que también ya se perdió. Entonces rescatamos compositores con base en archivos y manuscritos que he encontrado a lo largo de 15 años, música de que va de una revolución a otra, de la Independencia de 1810 a la Revolución de 1910”, comentó Valencia.
Algunas de las canciones más representativas para guitarra séptima y voz que se conocen son “La risa de la beldad”, de Ygnacio Ocádiz, “El desprecio”, de Tomás León, y la composición anónima titulada “Las estrellas”, que años después tendría una versión interpretada por el trío Los Panchos.
Pero el camino es largo y aún hay muchas acciones por realizar para que la guitarra séptima mexicana vuelva a formar parte de los repertorios musicales de muchos mexicanos, para Edgar Rueda es necesario que exista una mayor difusión:
“Una de las acciones más importantes es la cada vez más constante difusión acerca de la existencia de la guitarra séptima mexicana, buscando concientizar al público acerca de la importancia histórica que tiene y que representa dicho instrumento. Sería recomendable que se incluyera su presencia en las escuelas de música del país” mencionó.
El Museo de la Ciudad de México se encuentra ubicado en José María Pino Suárez 30, colonia Centro, Ciudad de México.
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