Por: Redacción/

La Embajada de Brasil en México, junto con Fundación Televisa y el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales, presentarán del 2 al 28 de septiembre la exposición fotográfica Brasil no se olvida. 50 años de México 70, que conmemora medio siglo del triunfo de la icónica selección sudamericana en la Copa Mundial de Futbol 1970 en nuestro país.

Un total de *35 fotografías en gran formato se exhibirán en el Paseo de las Culturas Amigas, galería abierta apoyada por la Secretaría de Cultura capitalina y ubicada sobre el camellón lateral de Paseo de la Reforma (frente al número 222), de Glorieta de la Palma a Avenida de los Insurgentes, en el marco de las festividades de Independencia de la República Federativa de Brasil, a celebrarse el 7 de septiembre.

Así, bajo el cumplimiento de las medidas sanitarias que implica la nueva normalidad (uso de cubrebocas, distancia de 1.5 metros entre personas y desinfección constante), los transeúntes podrán revivir en el espacio público, la euforia de uno de los torneos más espectaculares de la historia del deporte: la Copa Mundial de Futbol México 70, y el emblemático partido final realizado el domingo 21 de junio de aquel año en el Estadio Azteca, donde la formación brasileña ganó a Italia cuatro goles a uno, logrando el tricampeonato mundial de futbol.

Conforman la exposición imágenes en blanco y negro de los fondos: Revista Sólo Fútbol y Raúl Anaya, pertenecientes a la Colección y Archivo de Fundación Televisa. Algunos objetos y momentos capturados por la lente que se mostrarán son: una réplica de la Copa Jules Rimet en una tienda departamental de Avenida de los Insurgentes; el sorteo de los grupos de la Copa, realizado en el Hotel María Isabel Sheraton, y la celebración del pase de la selección mexicana a cuartos de final tras ganar uno a cero contra Bélgica.

Otras fotografías resaltarán la fraternidad y aprecio que ha marcado la relación de México y Brasil, representada a través de la afición. Se podrá ver, por ejemplo, el Estadio Azteca con un lleno total y público mexicano y de otras nacionalidades apoyando al famoso equipo brasileño liderado por el capitán Carlos Alberto, e integrado también por “El Rey” Pelé, Brito, Clodoaldo, Tostão, Piazza, Everaldo, Rivelino, Gerson, Jairzinho y Félix, quienes demostraron su calidad, disciplina y pasión futbolística al vencer a su adversario italiano.

También se incluirán momentos de entrenamiento previos al juego y las emblemáticas jugadas que hicieron victoriosa a la selección “verde-amarela”, para dar paso a una sección visual con los festejos de la afición en las gradas del Coloso de Santa Úrsula ante el inminente triunfo de Brasil, en especial con la algarabía del público mexicano que se desbordó hacia la cancha para celebrar con los jugadores su tercer triunfo en la Copa Mundial.

Con la exposición Brasil no se olvida. 50 años de México 70, se celebra el hermanamiento de México y Brasil a partir de su deporte favorito y el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones desde 1830.

Brasil y México son, respectivamente, las economías más grandes de América Latina y representan alrededor de un 65 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región. El principal sector de inversiones mexicanas en Brasil es el de las telecomunicaciones, mientras alrededor de 650 empresas con capital brasileño operan en México. Desde 2009 su relación se ha visto fortalecida con acuerdos de cooperación técnico-científica en materia de biotecnología, nanotecnología y espacial.

Brasil no se olvida. 50 años de México 70, permanecerá del 2 al 28 de septiembre en el Paseo de las Culturas Amigas, ubicado sobre el camellón lateral de Paseo de la Reforma, de la Glorieta de la Palma en dirección a Avenida de los Insurgentes.

El corredor es un espacio gestionado por la Secretaría de Gobierno, la Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales y apoyado por el programa Galerías Abiertas de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el cual busca ampliar y democratizar el acceso al arte y la cultura, al intervenir los espacios públicos añadiéndoles un valor cultural.