Por: Redacción/
Para David Illescas Mendoza la pastorela de San Juan Tabaá, distrito de Villa Alta, en Oaxaca, no sólo representó una de sus primeras oportunidades de actuación cuando era un niño. Como tema de investigación, también se convirtió en la posibilidad de titularse como licenciado en Teatro y Actuación.
Orgulloso hablante al 100 por ciento de su lengua materna y único alumno de la carrera de Actuación beneficiario del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad, David decidió dedicar su tesina a “La pastorela de San Juan Tabaá. Un rescate identitario de una comunidad zapoteca”, para que futuras generaciones sepan el origen de esa representación, cómo llegó a su pueblo y, sobre todo, cómo se organiza.
Con su trabajo quiso reconocer, rescatar y patentar la existencia de la obra, y para ello buscó hacer un vínculo entre su comunidad y el mundo exterior. Esa representación “lega lazos comunitarios y crea noción de identidad”.
David, quien en 2013 fue invitado por Daniel Giménez Cacho a grabar la serie “Crónica de Castas”, que salió al aire por Canal 11 en junio de 2014 y donde fue protagonista del capítulo 6: “El zapoteco”, y que este 2017 participó en la filmación de la serie “Aquí en la Tierra”, dirigida por Gael García Bernal y Everardo Gout, entre otros, explicó que al participar en la pastorela los jóvenes asumen valores como responsabilidad, honestidad y respeto hacia el trabajo del otro.
Para realizar su investigación, el joven de 24 años hizo entrevistas directas con integrantes de la comunidad, indagó sobre la conquista espiritual y descubrió la postura de los tabaeños ante dicho suceso. También obtuvo una memoria fotográfica.
En San Juan Tabaá (que significa “cuatro tumbas” en zapoteco, y que es una población en la Sierra Norte de Oaxaca, localizada a 52 kilómetros de la capital del estado), la pastorela comenzó hace más de 150 años. Su libreto se ha transcrito de generación en generación, y la versión más reciente data de 1993.
La noche de cada 2 de noviembre, el joven que dio vida a Satanás el año anterior hace sonar un tamborcito para convocar a otros chicos voluntarios. Puede pasar una, dos o tres noches, hasta que se completan todos los personajes para la obra, manifestación popular típica del teatro mexicano.
Con sus padres sentados en la tercera fila del Foro del Centro Universitario de Teatro, atestiguando su exposición, el joven actor relató las escenas de la pastorela que está escrita en verso, en la estructura de redondillas, y que se realiza al aire libre, “a ras del suelo”. A pesar de estar escrita en español, durante su escenificación los actores utilizan palabras en zapoteco.
La quinta de las escenas (en donde los pastores “se ponen a beber, aparece Satanás, pero como están borrachos, ya no le temen y hasta lo golpean”) no se monta desde hace 30 años. Con su investigación, el joven universitario pretende que se vuela a representar este mismo año.
La pastorela de San Juan Tabaá, la única de la zona, se ha forjado hasta nuestros días, ha visto crecer y morir a sus actores; es símbolo de congregación, un modelo identitario, performático, teatral, un símbolo de unión y convivencia que no conoce fronteras, y que reúne a la comunidad para hacer una misma comunión, creando nexos de identidad.
Luego de realizar el cuestionario de rigor, el presidente del jurado y asesor del joven, Óscar Armando García Gutiérrez, destacó que con su trabajo, David documenta el teatro, “y esto es todo un tópico para las artes escénicas en el mundo, porque es una expresión efímera. Él se incorporó sin ningún problema, con su elocuencia y con su curiosidad, al proceso de investigación”.
También subrayó la posibilidad de recuperar nuestro teatro, nuestras experiencias y nuestras tradiciones, y en este caso, un género que también es musical y dancístico.
El 27 de noviembre de 2014, David, quien decidió estudiar actuación en la UNAM porque de oídas sabía que era una de las mejores escuelas para hacerlo, hizo la última presentación de la obra “Ventanas”, con lo que se graduó de la carrera y en la cual se develó la placa de la generación 2010–2014.
En febrero de este año, el joven fue nominado por mejor coactuación masculina y revelación masculina por la obra Las Lágrimas de Edipo, dirigida por Hugo Arrevillaga, por la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro A.C. “ACPT”.
En abril pasado, participó en el proyecto “Ambulante”, en la sección de Teatro en la obra Please Continue (Hamlet), adaptación contemporánea basada en la obra de Shakespeare. También, en la película “Ocho de cada diez”, dirigida por Sergio Umansky.
También formaron parte del jurado: Esteban Atanasio Cadena Gallardo, como vocal, y Alfonso Guillermo Gómez Revilla, como secretario.
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