Por: Redacción
Más de medio millón de ejemplares literarios se adueñarán durante diez días del Centro Cultural Jaime Torres Bodet del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que desde hoy y hasta el 4 de septiembre hospedará la XXXV Feria Internacional del Libro del IPN 2016, evento magno que forma parte de las festividades de los 80 años de esta casa de estudios.
En la inauguración, Enrique Fernández Fassnacht, Director General del IPN, dio la bienvenida a la comunidad politécnica a esta nueva edición de la fiesta de los libros del IPN. Misma que en esta edición contará con más de 350 sellos editoriales y se exhibirán cerca de 82 mil títulos con temas científicos, culturales y tecnológicos.
Fernández Fassnacht expresó su gusto por estar con la comunidad politécnica en la inauguración de la FIL, misma que representa uno de los más importantes espacios de difusión cultural y fomento a la cultura con que cuenta nuestra institución. También comentó que en la FIL se darán a conocer los primeros 10 títulos de la nueva colección de la editorial del Fondo Politécnico.
La edición de este año es especial porque representa una gran oportunidad para reflexionar en las muchas contribuciones que ha hecho el IPN en el desarrollo de México, como en la formación de profesionistas en la labor científica y tecnológica.
El Mundo de Beakman en Zacatenco
Por otra parte, la carta fuerte de la inauguración de la FIL del IPN, “El Mundo de Beakman”, se presentó ante más de 10 mil estudiantes, trabajadores, profesores y padres, que desbordaron con su entusiasmo la explanada “Lázaro Cárdenas” de Zacatenco y revivieron los años 90 con el divulgador de la ciencia.
Los estacionamientos atiborrados y el tránsito de personas fueron prueba del éxito y emoción provocada por Paul Zaloom vestido con la bata verde de Beakman.
La plaza “Lázaro Cárdenas” se pintó totalmente de guinda y blanco para ver a Beakman, el científico divertido que muestra el lado humorístico la ciencia.
Gente de todas las edades, niños, jóvenes, adultos, se mostraron desesperados y emocionados por ser uno de los voluntarios que subirían al escenario y cumplirían su sueño de ser parte del El Mundo de Beakman.
Algunos sentados, otros parados, los que quedaron al final del escenario necesitaron subirse a los hombros de otras personas para poder apreciar el espectáculo de Beakman. Todos reían, se emocionaban y, durante más de una hora, volvieron a los años 90, a su infancia, donde aprender ciencia con Beakman era lo más importante de la tarde.
El principio de Bernoulli nunca fue tan sencillo de aprender, con ayuda de dos globos gigantes Beakman enseñó cómo es que los aviones vuelan. También explicó cómo hacer flotar una pelota de playa en el aire, con sólo usar una secadora. Todo se debe al juego de presión alta y baja.
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