Por: Redacción
Tomas obsesivo-compulsivas a un mismo objeto o persona expuestos en ocho grandes mosaicos fotográficos inspiran a la reflexión sobre la imagen digital captada con teléfono celular, en la muestra Archerion: apuntes sobre una imagen expandida que presentó la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Jacob Bañuelos Capistrán creó una especie de tecno-socioconversacional visual, al expandir el número de fotografías posible de tomar y sumar una expresión narrativa ampliada con el empleo de apps, filtros de retoque, sonido, texto, imagen en movimiento y la convergencia e interacción social de la Web y las redes sociales.
En este proceso de experimentación estética y académica, el director de la Maestría en Comunicación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México, exhibió una selección de fotografías de archivo que contienen cerca de 60,000 gráficas captadas con teléfonos inteligentes.
El efecto propagador de la fotografía por celular repercute en la propalación tecnológica y la reproducción de dispositivos en serie al infinito, precisó el doctor en ciencias de la información.
Mosaicos en tamaños, variedad y dimensiones diversas incluyen personajes, paisajes, edificios, calles, avenidas, credenciales, objetos y lugares que resumen el devenir del tiempo y el espacio, y la complejidad de las luces y las sombras.
Por el formato monumental sobresale Paisajes emergentes, con 3,500 escenas reiterativas, además de otras que muestran sitios de Londres y Washington –incluidos transeúntes que interactúan en las calles– manos pintadas, manchas de luz con texturas o un reflejo que deriva del caminar de una persona.
Archerion reflexiona sobre la imagen digital y evalúa el comportamiento y los fenómenos asociados a la misma: las nuevas formas de entenderla en un ámbito de hiperabundancia en la producción espontánea de fotografías cotidianas compartidas en la Red y asociadas a problemáticas sobre la creación de identidad, la privacidad y lo que representa compartir imágenes de manera indiscriminada.
También explora la migración tecnológica del uso de cámaras digitales al celular y la expansión de software para el tratamiento de las imágenes asociado a la instantánea móvil y la posibilidad de propagación narrativa.
El maestro Francisco Mata Rosas, investigador del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la citada sede universitaria, definió la obra como una labor teórico-artística de una serie de fotografías ordenada cronológicamente. “Es una reflexión que independientemente del valor estético presenta un proceso de trabajo y cómo éste se relaciona con la enseñanza” de los temas sobre la imagen abordados en el aula.
La trascendencia está en que genera múltiples cuestionamientos respecto de la expresión artística, el fenómeno de la comunicación y la manifestación mediante imágenes. Desde el campo académico “abre interrogantes sobre cuál es nuestra relación con la imagen; cómo se está consumiendo y leyendo; cómo se convierte en intermediaria entre las personas y el mundo, y cómo forma parte de las actividades cotidianas”.
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