Por: Redacción/
En nueve viajes realizados por personajes disímiles se llega a un México en el que se exacerban las emociones y la imaginación, de acuerdo con la visión del doctor Álvaro Ruiz Abreu, profesor-investigador de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien analiza leyendas y mitos construidos alrededor de la Revolución Mexicana, sus participantes y de quienes arribaron al país.
En la presentación de Viajeros en los andenes. México 1910-1938 en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara –en una mesa moderada por el maestro Bernardo Ruiz López, director de Publicaciones y Promoción Editorial de la institución– el autor compartió que este trabajo significó haber recreado lo que vivieron, pensaron y sintieron personajes que luego fueron convertidos en símbolos representativos de aquel capítulo histórico.
Algunos viajeros se alinearon escrupulosamente al paisaje nacional y establecieron coordenadas para delimitar las diferencias entre el campo y la ciudad; el resultado de esas observaciones fue que, lejos de la urbe, en sus provincias se encontraba el México profundo, indígena, de grandes sembradíos de maíz y caña de azúcar, plátano y café, un mundo que los impresionó a fondo.
La doctora Margarita de Orellana, directora de la revista Artes de México, apuntó que “el viaje es el tema más antiguo de Occidente desde que Homero contó la partida de los héroes a la Guerra de Troya y la complicada travesía de Ulises a su regreso a Ítaca; Dante visitó el más allá, y Cervantes se ocupó de la geografía española”.
La también historiadora mencionó que en la presente publicación, a lo largo de nueve viajes hechos por personajes disímiles entre sí, se llega a un país en el que se exacerban las emociones y la imaginación, en un lapso en el que se ajusta una visión realista y descarnada, de mucho analfabetismo y pocos libros y lectura.
El texto refiere los años 30 del siglo pasado que aún permanecía con olor a pólvora y enfrentaba el rezago educativo y el hambre de los campesinos, y “si esto les pareció brutal, no es culpa de Ruiz Abreu, pero podemos ver a nueve individuos tomados de las manos esperando ser recibidos por una nación misteriosa y quienes al final son transformados de una forma u otra”.
La escritora y promotora cultural Sara Poot Herrera celebró la edición del volumen por abordar aventuras históricas, “no sólo es el viaje, sino su relación con un proceso importante y desde la portada invita a sumergirse en los tiempos del tren o en barco, mientras se protagonizaba la Revolución Mexicana, el surgimiento del arte nacionalista y las disputas religiosas”.
Era una vida ajena pero atractiva para los europeos que experimentaban una época convulsa y en su texto el autor “recaba las opiniones, los análisis de diez diferentes escritores, diplomáticos, periodistas y aventureros que se internaron en nuestra historia y no sólo en nuestro territorio, haciendo muestra de su erudita y bien documentada imaginación histórica aderezada por una buena cantidad de referencias literarias y culturales”.
El autor logra integrar su labor de investigador, docente y escritor, y “nos recuerda que el viaje es aquel que posee espíritu rebelde e inconforme consigo mismo y su entorno, que se dispone a desafiar el espíritu de su tiempo, agrega una serie de reflexiones acerca del significado de la búsqueda del descubrimiento y la necesidad humana de viajar”.
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