Por: Redacción/

La quinta edición de los Premios Fénix 2018 —organizada por Cinema23 y que se llevará a cabo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris—, fue celebrada por el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, como una iniciativa para dignificar y visibilizar las producciones nacionales ante el contexto adversario en el que se realizan con el fin de favorecer el ecosistema de la industria nacional.

Destacó que el impulso a los Fénix fue una de las primeras tareas de esta administración para promover una política cultural que beneficie a las artes visuales, así como lo han hecho el Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en el Distrito Federal (PROCINEDF), la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México (CFilma) y la reciente creación de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Aragón, dedicada a esta industria.

“El fin es crear redes y multiplicar los esfuerzos con la idea no de la competencia, sino de la complementariedad, entender que son necesarios los esfuerzos públicos y privados de los creadores, de las instituciones y los distribuidores para tener una visibilidad de nuestro cine al nivel del talento y creación que tenemos”, expresó Vázquez Martín.

En el patio del Museo de la Ciudad de México, el también poeta y promotor cultural explicó que estos premios permiten abrir una ventana a las producciones nacionales e internacionales, logrando combatir la asimetría que existe entre la riqueza cinematográfica y el talento de los creadores, en contraste con el difícil acceso de la sociedad a estas propuestas.

“Hay muchas asimetrías culturales en nuestro mundo. En estos momentos en que se piensan las condiciones de un nuevo Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos hay que pensar la protección que debe tener el ecosistema del cine nacional y el de América Latina frente al avasallador poder de las grandes distribuidoras, porque el cine es un espejo en el que las sociedades se miran”, apuntó.

Luego de recordar al escritor francés Henri Beyle, conocido como Stendhal, el Secretario de Cultura agregó: “Sin vernos en la pantalla nos cuesta más construir nuestra identidad, construir comunidad, reconocer nuestros problemas, nombrarlos y aspirar a solucionarlos, por ello, la difusión de nuestro cine en nuestras lenguas latinas es una estrategia esencial para construirnos culturalmente”.

El presidente de los Premios Fénix, Rodrigo Peñafiel, informó que la quinta edición se realiza con el lema “Más que un premio”, cuya ceremonia de premiación se hará de nuevo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el próximo miércoles 7 de noviembre, la cual podrá verse en streaming en premiosfenix.com y en E! Online podrá disfrutarse la alfombra roja.

Ricardo Giraldo, director de Cinema23, detalló que este año el Comité —integrado por alrededor de 300 críticos, académicos, programadores, directores de festivales y gestores culturales de América Latina, España y Portugal—, seleccionaron 93 largometrajes (66 ficciones y 27 documentales), además de 36 series en las que se encuentran 15 producciones mexicanas y de otros 21 países.

“Todos ellos vieron 787 largometrajes de los 22 países que conforman la región de Iberoamérica. Los procesos de selección de los materiales participantes duran aproximadamente seis meses y ésta es la oportunidad no sólo de ver hacia el norte, sino de ver a los países vecinos y activar la industria al tener la posibilidad de llegar a más de 450 millones de personas que hablan español y a otros 230 millones hablantes del portugués”, enumeró Giraldo.

El director guatemalteco Jayro Bustamante —nominado en 2015 a ocho premios por su película Ixcanul—, expresó que “es un honor proyectar esta película en un lugar tan icónico como el Zócalo capitalino (el 1 de septiembre, a las 19:00 horas, en el marco de la V Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México) y compartir el guión de rodaje —que será entregado al público asistente—, donde se darán cuenta de los cambios que tuvo la idea plasmada desde un principio”.

Otros directores que compiten en esta edición, como Alonso Ruizpalacios y Sebastián Hofmann, subrayaron que los Premios Fénix son un importante espacio en el que pueden mostrar su trabajo y hacer frente de manera unificada al imperio cinematográfico del norte.

La actriz colombiana, Paulina Dávila, quien participa en dos series preseleccionadas (Luis Miguel y Aquí en la tierra), celebró que este reconocimiento ha trascendido los formatos al considerar su auge: “La serie, al final, es contar una historia, pero en más tiempo “, dijo.

Este año participan 15 producciones de México y otras de diversos países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Entre los largometrajes mexicanos participantes se encuentran Ayer maravilla fui, de Gabriel Mariño Garza; Cómprame un revólver, de Julio Hernández Cordón; Museo, de Alonso Ruizpalacios; La negrada, de Jorge Pérez Solano; Oso polar, de Marcelo Tobar, y Tiempo compartido, de Sebastián Hofmann.

Además, participan los documentales Ayotzinapa: el paso de la tortuga, de Enrique García Meza, y Hasta los dientes, de Alberto Arnaut, así como las series Aquí en la tierra, El Candidato Rayo, Club de Cuervos, Diablo Guardián, La hermandad, Luis Miguel y Paramédicos, temporada 3.