Por: Redacción
Como reconocimiento a una extensa trayectoria, no sólo como director, sino también como asistente y guionista en más de una veintena de producciones internacionales, el cineasta argentino Adolfo Aristarain recibió la Medalla Cineteca Nacional la noche de este martes 25 de octubre.
“No traicionarme y ser honesto conmigo”, aseguró, han sido la clave de su éxito. En ceremonia en la Sala 9, Juan Bustillo Oro de la Cineteca Nacional; invitados especiales, medios de comunicación y público en general le brindaron una afectuosa ovación. El director confesó ser de pocas palabras al ofrecer un breve discurso, aunque en todo momento se mostró agradecido por el galardón.
“Quería expresar el orgullo que siento y el agradecimiento por la retrospectiva que en sí ya era un gran premio y, por la medalla que es un gran plus, algo más que realmente no esperaba”, expresó Adolfo Aristarain.
Manifestó particular gratitud hacia la Cineteca Nacional, en primer lugar por la labor de recuperación de sus cintas para la retrospectiva; en segundo, por el texto que fue leído por el director de Programación y Difusión, Nelson Carro, momentos antes de la premiación y sobre el cual Adolfo Aristarain bromeó asegurando que “dice de mí cosas maravillosas… y falsas”.
La medalla fue entregada por el Embajador de Argentina en México, Daniel Chuburu, y por Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional, quien señaló que lejos de cualquier discurso, lo más importante se encuentra en la pantalla, e invitó al público a disfrutar de las películas del realizador.
El argentino dedicó el galardón a su esposa y coguionista Kathy Saavedra, a quien mencionó cariñosa y humorísticamente (“No sé cómo ha hecho para aguantarme y no echarme de la casa”), así como a su colega, el español Mario Camus, a quien reconoció como mentor en los inicios de su carrera.
El acto concluyó con la proyección de Un lugar en el mundo (1992), uno de sus filmes más exitosos, ganador del Goya a Mejor Película Extranjera de Habla Hispana y del máximo premio del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La cinta presenta los recuerdos de Ernesto, un joven que narra con nostalgia la lucha de sus padres para mejorar la calidad de vida de su pueblo natal.
Adolfo Aristarain se convirtió en el tercer galardonado con la Medalla Cineteca Nacional, la cual fue instituida en 2015 para rendir homenaje a directores extranjeros cuya carrera haya tenido un impacto internacional. Las primeras dos medallas fueron dedicadas a los cineastas Costa-Gavras y Atom Egoyan.
El bonaerense de 72 años ha trabajado en la industria desde mediados de los sesenta, cuando decidió llevar su cinefilia a la práctica y desempeñarse como asistente en diversas producciones en su país y en Europa para después iniciar su propia trayectoria como director, destacando en un principio dentro del género policiaco.
La Retrospectiva Adolfo Aristarain continuará hasta el 6 de noviembre. La Cineteca proyectará 10 de sus largometrajes en 35mm, así como los ocho episodios de la serie que dirigió para Televisión Española en 1986: Pepe Carvalho. Las funciones hasta el 28 de octubre contarán con la presencia del cineasta, quien compartirá sus opiniones para aprovechar el acercamiento que pocas veces ha tenido con la audiencia de México.
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