Por: Redacción/
Con una invitación a disfrutar el arte como una forma de afrontar la adversidad que impulsó la actual contingencia sanitaria, hoy se abre al público la magna exposición El París de Modigliani y sus contemporáneos en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
En la apertura de esta muestra, que permanecerá hasta diciembre próximo, asistieron la presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller; la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; la embajadora de Francia en México; Anne Grillo; la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Lucina Jiménez, acompañadas del curador e historiador de arte y especialista en la obra de Modigliani, Marc Restellini.
Modigliani, una invitación a disfrutar del arte
Con una invitación al público a visitar el Palacio de Bellas Artes y los museos del INBAL, siguiendo las medidas sanitarias, Beatriz Gutiérrez Müller expresó que en la exposición se podrá ver el dolor y la dicha transmitida en las obras de Modigliani, quien falleció a causa de una pandemia y ahora es sobreviviente (figurado) de la pandemia del siglo XXI.
“Nos da muchísimo gusto recibir a este gran artista y a todos los que pertenecieron a esta época pictórica, de creación, quienes asumían ese realismo de las calles de París”, dijo.
Al hacer un reconocimiento al personal médico del país, que enfrenta al COVID-19, Gutiérrez Müller expresó que luego de meses de confinamiento es importante salir y conocer lo que existe más allá de nuestras casas y lo que guardan los grandes museos que tiene México, siempre guardando las medidas sanitarias necesarias.
Al respecto, la secretaría de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, afirmó que éste es un día de celebración y hay que agradecer a mucha gente, ya que El París de Modigliani tiene su carácter poético: “es una exposición que se quedó en el silencio, se quedó en la oscuridad” y hoy reabre el Museo del Palacio de Bellas Artes.
“Lo que nos llevó a cerrar las puertas en estos meses fue una crisis que nos unió como humanidad y que nos hizo repensar muchas cosas, como imaginar distintas realidades, reflexionar sobre todo aquello que el arte busca como último fin: la libertad. Nosotros perdimos libertades en estos meses, pero la libertad de la creación, de la imaginación, no se puso en cuarentena y ahí tuvo mucho que ver la voluntad, la generosidad”, dijo Frausto Guerrero.
La encargada de la política cultural del país agregó: “Imaginen ustedes aquellas obras que quizá coincidieron en alguno de los estudios de Montparnasse, de Modigliani, de Diego (Rivera), y se volvieron a encontrar aquí, conversando de una caja a otra y haciendo memorias de lo que era el París de entonces”.
Consideró que algo que se ganó también en estos tiempos de pandemia y confinamiento fue “un carácter, un rasgo del humanismo; creo que estamos viviendo una época de un nuevo humanismo, porque nos volvimos a replantear todo y tiene que ver con la flexibilidad para entender realidades para las que no estábamos preparados (…) Es la búsqueda de la libertad, el reconocimiento de la fragilidad humana, lo que nos unió como humanidad”.
También convocó a reconocer, con un aplauso, a las y los trabajadores que han hecho posible, con su compromiso, la reapertura de los recintos museístico pertenecientes a la Red de Museos del INBAL.
Ejercicio de memoria histórica
Al dar la bienvenida al Museo del Palacio de Bellas Artes, la directora general del INBAL, Lucina Jiménez, expresó: “Nos llena de emoción recibirlos en esta ocasión, donde la obra y el espíritu de Amedeo Modigliani viaja por primera vez al Continente Americano para dialogar desde la amistad creativa y desde el diálogo profundo con quienes construyó en las primeras décadas del siglo XX, el arte europeo y mexicano, en esta vida de la bohemia, de los cafés y de los barrios de Montparnasse, dando vida a lo que luego sería la escuela de París”.
Esta exposición –subrayó– es para nosotros un espacio que nos permite reflexionar y, al mismo tiempo, un espacio de reencuentro”, y consideró que la exposición de Modigliani “es un reto que se nos colocó enfrente desde un principio y antes de la pandemia. Y lo digo porque esta colección es la primera vez que viaja a este continente y dialoga por primera vez con otros artistas”.
Destacó asimismo que parte del reto fue conservar la colección en el país y ante ello crear nuevas formas de presentarla al público, con el uso de herramientas tecnológicas y el uso de nuevas rutas de investigación, a partir de la curaduría de Marc Restellini.
Agradeció a los trabajadores del INBAL -que “no dudaron en unirse a esta apertura” y “recuperar el derecho a la vida artística y cultural”– y a las instituciones que colaboraron en su realización. “Modigliani nos contagia con su capacidad de diálogo (…) la muestra es una ventana que nos anima a explorar los más diversos nexos, acercarnos a artistas escasamente vistos en México y a admirar a nuestros artistas en contextos diferentes.
“Podemos decir que esta exposición vivió en resistencia y en resiliencia, con un equipo que trabajó en silencio, pero con el corazón en la mano con la esperanza de que el público pueda disfrutar esta exposición”.
Así también reconoció la generosidad de los coleccionistas para extender la presencia de Modiagliani en esta imperdible muestra.
El diálogo con el arte de México
La exposición El París de Modigliani y sus contemporáneos es organizada como parte de los festejos del centenario del deceso del artista italiano Amedeo Modigliani (Livorno, 1884 – París, 1920), considerado uno de los artistas más relevantes del siglo XX en el mundo.
Esta muestra, la cual fortalece los vínculos de colaboración internacionales, estaba prevista desde el pasado 27 de marzo, considerada así una de las más importantes del año y en la celebración del centenario del artista italiano, reúne un total de 143 pinturas, 11 dibujos, cuatro libros, dos máscaras y cuatro reproducciones fotográficas.
Las piezas proceden en su mayoría de cuatro instituciones internacionales, principalmente la Colección Jonas Netter, así como de colecciones nacionales del Museo Soumaya, el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato y el Instituto Veracruzano de la Cultura, además del Museo Nacional de Arte, el Museo Frida Kahlo “Casa Azul”, la Capilla Alfonsina y el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, entre otras.
Con la curaduría del especialista Marc Restellini, la muestra presenta piezas realizadas por el propio Modigliani, entre ellas: Léopold Zborowski, Elvire con cuello blanco, Jeanne Hébuterne, Niña vestida de azul y Cariátide (azul), pero también de otros 40 artistas contemporáneos, como Chaim Soutine, Maurice Utrillo, Moïse Kisling, André Derain y Suzanne Valadon, y los mexicanos Diego Rivera, Ángel Zárraga y Benjamín Coria, entre otros, quienes encontraron en las creaciones de Modigliani, además de amistad, puntos de comunión e influencia artística.
Qué mejor refugio que el arte
Para un completo entendimiento de la muestra, el recorrido por la exposición está dividido en siete temáticas: Después de Cézanne, De la pintura al aire libre al paisaje urbano, Amedeo Modigliani, Los amigos mexicanos de Modigliani, El desnudo y la máscara, Chaim Soutine y La Escuela de París.
Cada sección está integrada por obras destacadas de diversos artistas, entre ellos los mexicanos Diego Rivera, Angelina Beloff, Ángel Zárraga, Carlos Mérida, Santos Balmori y Benjamín Coria, así como de artistas que conformaron la atmósfera cultural de los barrios parisinos de Montparnasse y Montmartre, y que determinaron el curso del arte moderno en el siglo XX.
Durante los meses restantes de este 2020, la exposición contará con actividades paralelas, como una serie de cartografías que muestran los estudios y casas de los artistas en Montparnasse y Montmartre; material fílmico de París de los primeros años del siglo XX en colaboración con la productora Gaumont; microhistorias; una línea de tiempo y una aplicación para dispositivos móviles que brinda información de las obras, además de un programa académico de charlas curatoriales, conferencias con especialistas, actividades para público infantil y traducciones a la Lengua de Señas Mexicana (LSM) y lengua náhuatl.
Con las medidas sanitarias del caso, la exposición está abierta al público de las 11 a las 17 horas, de martes a domingo, en cinco salas del Museo del Palacio de Bellas Artes, en un recorrido unidireccional. Se cuenta además con el micrositio: http://
Palacio de Bellas Artes, espacio seguro
Los protocolos sanitarios fueron basados en las medidas de la Secretaría de Salud. Igual de relevante es el aporte que realiza la Comisión de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente en el Trabajo, integrada de manera conjunta por autoridades y representaciones sindicales, quienes revisaron protocolos y verificaron su operatividad, antes de la apertura de los recintos del INBAL.
Estrictas medidas sanitarias (sana distancia, toma de temperatura, uso de cubreboca y gel antibacterial) son aplicadas antes y durante los recorridos por la muestra, a la cual se dio cita un reducido grupo de invitados para celebrar al mismo tiempo la reapertura del Palacio de Bellas Artes a sus actividades artísticas y culturales, en el marco de las campañas “Contigo en la distancia” y #VolverAVerte,
Para ingresar al recinto, los visitantes son atendidos en un filtro sanitario en el cual se les toma la temperatura —la cual no debe exceder los 37.4°C— y se les aplica gel antibacterial. Se les recuerda que el uso de cubreboca es indispensable, así como mantener la sana distancia de 1.5 metros.
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