Por: César Hernández/
Para abril de 1968, el irreverente director estadounidense Stanley Kubrick estrenaría una de las obras más representativas en la historia del cine, 2001: A Space Odyssey, un film que recrea los escenarios de la evolución humana a través de un paralelismo que narra los primeros indicios de comunidades primitivas hasta llegar a la modernidad solitaria de un astronauta condenado a vivir en una nave intergaláctica.
En el verano de ese mismo año, dentro de la oscuridad del Casino Cinerama de Londres, el joven David Bowie veía por tercera vez la cinta, apreciando cada detalle que se le presentaba en la pantalla de 70mm. Para aquella ocasión, las ideas de Bowie comenzaron a resonar y así- entre la ola de colores y una musicalización demencial- el Major Tom iniciaría un viaje de más 100,000 millas a través del espacio lejos y por encima del mundo para mostrarnos la belleza de Space Oddity.
Indudablemente, la cinta de Kubrick había plasmado en David un escenario perfectamente esquematizado, pero esto no fue lo único que lo llevó a crear el himno. Para ese mismo mes en que se entrenó la cinta, el dúo estadounidense Simon & Garfunkel lanzarían al mercado su cuarto álbum de estudio Bookends, dentro del cual Bowie se engancharía con el tema Old Friends para crear parte de la estructura de acordes que contendría más tarde su tema.
Igualmente, y tras romper su relación con Hermione Farthingale, el cantante comenzaría un proceso de descenso emocional que más tarde lo llevaría a crear la cápsula espacial abandonada del Major Tom a través de una metáfora. En su momento Bowie declaró: “”Fue Hermione quien me hizo escribir para y sobre una persona específica” dándole así un tono melancólico a toda la obra y creando uno de los primeros personajes míticos dentro de la carrera del artista, quien lo regresaría años más tarde en el tema Ashes To Ashes.
Contando ya con la letra y parte de la estructura melódica, Bowie grabó una demostración a finales de 1968 para el cortometraje promocional Love You Till Tuesday sin los resultados comerciales esperados, ya que apenas era una versión poco elaborado, pero que le abrirían las puertas con la firma Mercury Records con la que grabaría una versión final completa y correcta. Dentro de este sello, Bowie asumió que estaría trabajando con el productor Tony Visconti-mismo que produciría a la banda de rock T Rex- pero éste se negó ya que odiaba la canción llamándola “un disparo barato, un truco para sacar provecho de la luna”.
Es así como la producción del tema pasa a manos de Gus Dudgeon, yendo este un poco en contra de lo que había confesado Visconti pues para él “un truco era una gran cosa y las personas que tenían trucos se tomaban más en serio que aquellos que no lo habían hecho”. Para él, Bowie había creado una canción que plasmaba perfectamente la situación histórica pues en ese entonces Estados Unidos de América lanzaría su primer Moonshot.
Grabada el 20 de junio de 1969 en el estudio Trident en Londres, la canción se trazó con la atmósfera que se vive dentro de un viaje espacial, ya que gracias a la armonización de la guitarra más los bajos de Herbie Flowers, el Mellotron de Rick Wakeman (futuro tecladista de la banda Yes) y el Stylophone de Bowie-quien dejaría a todos impresionados por haber utilizado aquel “juguete”- impregnarían a la canción de aquel toque espeluznante que la llevarían a una atmósfera más allá de un simple demo, todo bajo el costo de 50 libras.
Es así como Dudgeon hizo un par de arreglos sobre el tema: duplicó la voz una octava más arriba y pidió a Bowie que la dulcificara para así impregnar de dramatismo y melancolía el himno que posteriormente se utilizaría como banda sonora en la transmisión del primer viaje a la luna para BBC.
El tema fue lanzado el 11 de junio de 1969 y aunque los esfuerzos fueron arduos para llegar a gustar en territorio norteamericano, no se logró la meta pese a la euforia que se vivía por el lanzamiento del Apollo 11, sin embargo, en Reino Unido la recepción fue más cálida y eufórica.
David Bowie confesó que se encontraba feliz porque habían utilizado su tema para un momento histórico, aunque aseguraba que no lo habían escuchado del todo: “estoy seguro de que realmente no estaban escuchando la letra en absoluto; no era una cosa agradable yuxtaponerse contra un aterrizaje lunar. Por supuesto, me alegré muchísimo de que lo hicieran. Obviamente, algún funcionario de la BBC dijo: ‘Bien, entonces. Esa canción espacial, Mayor Tom … “bla, bla, bla,” Eso será genial “. Nadie tuvo el corazón para decirle al productor:” Um … pero se queda varado en el espacio, señor “.
Space Oddity continúa siendo uno de los temas más escuchados en Reino Unido y también en el resto del mundo, ya que, pese a que las generaciones han pasado, este tema sigue siento como el film de Stanley Kubrick, un relato que golpea a la soledad y narra la melancolía de un hombre moderno perdido en el espacio. Y así como lo mencionó Gus Dudgeon “No creo que haya sido como algo que nadie haya hecho antes, y es por eso que sigue siendo un clásico”.
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